5 pasos del sistema del millón de dólares de la autora de Todos deberíamos ser millonarios

Rachel Rodgers es una millonaria hecha a sí misma, que ha diseñado un sistema para ayudarte a que tú también lo seas.

En su libro, We Should All Be Millionaires (Todos deberíamos ser millonarios, en su traducción), Rodgers expone las ideas erróneas que existen sobre el dinero y su gestión y que nos impiden alcanzar la libertad financiera. Dice que es importante derribar el muro de la vergüenza y deshacerse del miedo cuando se trata de tomar el control de tu propio dinero.

Así es como funciona su «sistema del millón de dólares», en cinco pasos:

1. Hacer un seguimiento de tu patrimonio neto

Al principio puede que los números sean preocupantes, pero conocer tu patrimonio neto (el total de activos financieros, menos el total de pasivos financieros) y realizar un seguimiento frecuente es importante si quieres generar riqueza.

Aunque no empieces con mucho, comprobarlo con regularidad y conocer la base de tu patrimonio neto —especialmente tus pasivos, es decir, tus deudas— influirá en tus decisiones financieras. Tu patrimonio neto va más allá de tu presupuesto, y si lo controlas empezarás a ver cómo tus decisiones afectan a tu cuenta de resultados.

2. Conocer tu puntuación crediticia

La puntuación crediticia es importante, pero lo es más en unas economías que en otras.

Una buena puntuación crediticia te da más opciones para todo, desde tarjetas de crédito y préstamos personales hasta alquiler un piso o contratar seguros. Cuanto mejor sea tu crédito, más acceso a capital tendrás para iniciar un negocio, comprar una casa, conseguir un préstamo comercial o solicitar una tarjeta.

En España, aunque es un dato que puedes solicitar de manera oficial, suele evaluarlo tu banco —o aquella entidad con la que vayas a hacer una nueva operación— en base a un sistema de puntos que permite conocer tu solvencia económica.

«Lo que se mide se gestiona», escribe Rodgers, así que cuanto más hagas un seguimiento de tu crédito y de cómo tus elecciones lo afectan, más tomarás mejores decisiones financieras.

3. Estudiar la posibilidad de constituir una sociedad y abrir una cuenta bancaria

Siempre he escuchado esta cita: «Rara vez te harás rico trabajando por cuenta ajena».

Aunque eso no tiene por qué ser cierto, lo cierto es que la gran mayoría de los millonarios trabajan por cuenta propia —incluido Rodgers—.

El primer paso para iniciar un negocio propio es investigar la creación de una entidad empresarial y qué negocio sería el adecuado para ti. Una buena forma de hacerlo es empezar un negocio secundario, un trabajo paralelo —más conocido entre la generación Z como side hustle—.

Siempre digo que todo el mundo debería tener un negocio secundario para tener múltiples fuentes de ingresos. Con la constitución de una sociedad y los ingresos empresariales, puedes abrir una cuenta corriente empresarial gratuita. No hay nada como una nueva cuenta bancaria de negocios para motivarte a hacer crecer tu fortuna.

4. Contratar a un contable y comprobar las finanzas a diario

Ten el hábito de comprobar todas las mañanas los saldos de tus cuentas bancarias y las transacciones recientes. La comprobación diaria es importante para darse cuenta de posibles problemas antes de que surjan y ver tus gastos e ingresos en blanco y negro.

Reconocer estos patrones te irá dando ideas sobre cómo mejorar la forma en que gestionas tu dinero.

Puedes valorar aplicaciones para crear presupuestos o un programa de contabilidad para tu negocio. Puede que incluso quieras contratar a un profesional para que te ayude a llevar el control de tus finanzas, especialmente si gestionas una pequeña empresa.

5. Ir a la «iglesia del dinero» cada semana

No te asustes, puedes asistir en pijama.

La «Iglesia del Dinero» es un tiempo reservado cada semana para sentarte con tus finanzas. Revisa tus cuentas y los últimos estados financieros. Anota y subraya cualquier patrón que observes en los números. Y tómate también este tiempo para desechar cualquier creencia limitante.

Créete que se te da bien el dinero, que estás progresando en la consecución de tus objetivos financieros, que no todas las deudas son malas y que tu puntuación crediticia está mejorando. A partir de ahí, busca nuevas ideas que te generen más dinero y mejores formas de ahorrarlo, y márcate objetivos financieros para el futuro.

A todos nos conviene ser buenos con el dinero. Cuanto más dinero tengas junto con unas buenas habilidades de gestión, más opciones y posibilidades habrá para ti y para tu vida.

Jennifer Streaks,