Cómo un padre pasó de construir una cabaña de acampada para sus hijos a convertir su jardín en un negocio que alcanza los 2.200 euros por noche

Cuando Derry Green empezó a construir una cabaña en su jardín de Lancashire, un condado al noreste de Inglaterra, intentaba mantener ocupados a sus hijos durante la cuarentena.

No se imaginaba que este proyecto de bricolaje acabaría convirtiéndose en un negocio de alquiler vacacional en toda regla con nueve unidades. Todas ellas están reservadas para los próximos tres meses.

«Antes de esto, tenía un negocio de transporte que enviaba artículos entre Reino Unido, Francia y España», ha explicado Derry Green a Business Insider. «Solía pasar una semana en España, otra aquí y volvía en dos».

Pero cuando Green regresó de su viaje de trabajo en marzo de 2020, Reino Unido entró en bloqueo debido a la pandemia, como muchos otros países.

«Al principio, pensábamos que iban a ser unos días, quizás unas semanas, pero luego se fue alargando más», ha dicho Green. «Con los niños atrapados en casa intentaba encontrar cosas para hacer con ellos cada día».

Una noche de acampada en su patio trasero dio a Green la idea de construir una terraza exterior en su jardín

«La primera noche que fuimos de acampada fue genial», ha contado Green. «Nos divertimos un montón, pero despertarse por la mañana sobre la hierba mojada no les hizo mucha gracia, así que decidí construir una terraza para que acamparan la noche siguiente«.

A medida que los días se convertían en semanas, Green y sus hijos —que entonces tenían seis y ocho años— siguieron trabajando en su pequeño proyecto de bricolaje.

«Seguí construyendo un poco más cada día con ellos, mostrándoles cosas y enseñándoles a hacerlas», ha dicho Green. «Y al final del primer encierro, había creado lo que ahora sé que es un glamping«.

Su proyecto de bricolaje se hizo viral en internet tras ser compartido por una publicación online.

«La gente empezó a enviarme mensajes a través de las redes sociales preguntándome si podían reservarlo para unas vacaciones, lo que en aquel momento me pareció una locura, ya que me pregunté por qué querrían venir a reservar algo que he construido en mi jardín», ha explicado Green.

Sin nada que perder, Green decidió dar el paso, así que puso su cabaña en Airbnb

«A los pocos días ya estaba todo reservado con meses de antelación. La respuesta fue increíble», ha dicho. «Entonces me di cuenta de que había un hueco en el mercado para lo que había hecho. Decidí dedicarme a ello».

Tras la apertura oficial de la primera cabaña ese mismo junio, Green solicitó permiso para construir su camping en las cuatro hectáreas de bosque que poseía junto a su casa. El permiso le fue concedido nueves meses después.

Desde entonces, la colección de cabañas para glamping de Green ha crecido hasta las nueve unidades, y sigue construyendo más.

«Estamos construyendo otras cuatro. Dos de ellas abrirán en agosto y otras dos a finales de año», ha añadido.

Green tarda tres meses en construir cada cabaña

Aunque ahora Green puede construir las cabañas más rápido porque puede contratar ayuda, prefiere tomarse su tiempo con los proyectos.

«Incluso ahora no tengo una serie de planos cuando empiezo», ha dicho Green. «Nunca sé lo que estoy construyendo cuando comienzo, sino que evoluciona a medida que avanzamos, así que tener ese tiempo para sentarse cada día y resolver lo que falta o lo que tenemos que añadir, marca un mundo de diferencia».

El diseño de las cabañas están inspirados en el escenario del popular programa de citas Love island

En el programa, los solteros van a una villa privada en una isla, se les asigna una serie de tareas que deben completar con un compañero e ir intercambiándose hasta que se enamoran.

Al igual que la villa de Love Islandlas cabañas de Green tienen amplias terrazas, jacuzzis y muchas luces de colores.

«Cuando empezamos a construirlo, enseguida nos dimos cuenta de que no íbamos a irnos de vacaciones de verano en 2020«, ha explicado Green. «Así que, viendo Love Island y viendo a villa, intenté recrear algo que nos fiera la sensación de estar de vacaciones en el extranjero».

Green ha dicho que, de media, le cuesta entre 46.300 y 58.000 euros construir una sola cabaña

En cambio, solo había gastado 7.000 euros en construir la primera cabaña de glamping con sus hijos.

«Cada una es más grande y más elaborada, con más cosas dentro, que la anterior», ha dicho Green. «Y después de la pandemia, obviamente, el precio de todo se ha disparado en compañaración con lo que era entonces».

El proyecto más caro es una casa del árbol llamada The Tree Tops, y su construcción costó casi 117.000 euros. «Fue el proyecto más grande que tuvimos», ha comentado.

Mientras que la primera cabaña está compuesta en su mayor parte por artículos que Green encontró por internet, el mobiliario de las demás unidades está hecho a medida

«Lo que hemos descubierto es que con espacios pequeños —todas las unidades, en teoría, son como casas diminutas— es muy difícil comprar muebles o accesorios que funcionen«, ha explicado Green. «Así que ahora construimos la mayoría de las cosas in situ para aprovechar al máximo el espacio de cada unidad».

Ahora dirige un equipo de 14 personas que le ayudan a gestionar el negocio llamado The Secret Garden Glamping.

«Hasta los dos últimos, estaba solo», ha comentado. «Pero ahora el negocio ha crecido, no solo en el aspecto de la construcción, sino también en la gestión del sitio, las redes sociales y de las relaciones con los clientes».

Los dos hijos de Green siguen participando en las nuevas construcciones

«Mi hijo es como yo, quiere construir cosas conmigo, así que le enseño todo lo que puede hacer a diario», ha añadido.

«Y a mi hija le encanta pasar tiempo allí. Durante todo el proceso de construcción, nos quedamos en las cabañas y veo lo que ella cree que falta o lo que le gustaría que hubiera».

Las cabañas se pueden reservar en el sitio web de Green (cuestan entre 218 y 336 euros la noche)

Business Insider ha consultado el sitio este martes, y todas las cabañas estaban totalmente reservadas hasta noviembre, excepto por una cabaña para una estancia de tres noches durante ese mes. En diciembre apenas quedan plazas disponibles.

La cabaña de glamping más barata es la primera que construyó Green, llamada The Retreat, según el sitio The Secret Garden Glamping. Tiene capacidad para cuatro personas y dispone de bañera de hidromasaje y sauna.

El glamping más caro es la mencionada casa del árbol The Tree Tops. Es la primera cabaña de la propiedad con capacidad para seis personas. Además de bañera de hidromasaje, cuenta con tobogán y mesa de billar.

«Ahora tenemos una especie de lista estándar», ha explicado Green. «Todos tienen jacuzzis, zonas de bar y zonas para sentarse al aire libre«.

Aunque todas las cabañas de glamping se basan en el mismo tema de Love Island, cada una tiene algo que otra no, según ha comentado.

«Por ejemplo, una de las que acabamos de abrir, The Oasis, tiene un enorme cine al aire libre, mientras que el Tree Tops tiene una mesa de billar«, ha añadido Green.

A pesar de la temática de Love Island, Green ha afirmado que la mayoría de sus huéspedes son mujeres

Aunque vienen parejas y familias con niños pequeños, la mitad de los huéspedes de Green son grupos de mujeres.

«Tienen entre 20 y 60 años y quieren alejarse de sus maridos, hijos o cosas así», ha explicado. «Vienen con sus amigas para relajarse».

Cada cabaña está completamente separada del resto para garantizar la intimidad de sus huéspedes

Cada una de las unidades está situada en una parte distinta del bosque, según ha comentado Green.

«Eso es lo que hizo que la primera casa fuera tan viral», ha añadido. «En aquella época, sobre todo durante la pandemia, la gente buscaba alojamientos únicos con instalaciones específicas, y quería estar lejos de todo el mundo».

Instalar la infraestructura eléctrica y de agua necesaria fue una de las partes más complejas de la construcción de las cabañas

«Cuando hice el primero, fue bastante sencillo porque estaba cerca de casa, así que estaba conectado a la red eléctrica y al agua», ha explicado Green. Pero las siguientes cabañas están situadas en el bosque a unos 800 metros de la casa.

«La primera tarea consistió en instalar las infraestructuras, así que aquí tenemos todos los servicios, agua, residuos y electricidad», ha dicho. «Ahora generamos nuestra propia energía, que abastece a todo el camping«.

Aunque la primera cabaña de glamping estaba justo al lado de la casa de Green, se ha construido un nuevo muro para separar ambos espacios.

«Ahora mi casa está totalmente separada del campingTiene su propia entrada, su propio aparcamiento principal y, desde ahí, todo se adentra en el bosque», ha explicado Green. «Así que incluso la primera unidad que construimos está totalmente aislada en esa parte del terreno».

Green ha dicho que la construcción de las cabañas de glamping fue la parte más fácil de llevar el negocio

«Construir las unidades es lo que me encanta hacer. No es un trabajo al cien por cien. Para mí es divertido, es mi hobby y me encanta hacerlo, pero intentar convertirlo en un negocio fue difícil«, ha compartido Green.

Viniendo de un trabajo menos orientado al cliente, ha añadido que la gestión del negocio de glamping conlleva toda una serie de nuevos retos, como averiguar qué necesitan los huéspedes y cómo gestionar a su personal.

Para quienes quieran emprender un proyecto de bricolaje, Green ha compartido un consejo: «Dejad de preocuparos y probadlo»

Antes de empezar este proyecto, lo máximo que había hecho en cuanto a bricolaje era pintar y empapelar el salón.

«Tampoco tengo conocimientos de construcción, pero lo que he descubierto es que hoy en día, con cosas como Internet o YouTube, si te pones a ello, te las apañas», ha explicado Green. Y, lo que es más importante, la práctica hace al maestro.

«Cuantas más cosas hagas, mejor serán tus habilidades», ha añadido. «Y puede tratarse solo de trabajos esporádicos, como arreglar la manilla de una puerta o instalar un inodoro, pero todo son habilidades. Una vez que dominas lo básico, puedes ampliarlo a partir de ahí«.

Amanda Goh,