Coworking rural: vivir y trabajar en un pueblo más allá del campo

Drones que sobrevuelan campos de cultivo, expertos en ciberseguridad que no trabajan en una ciudad o en un gran centro de operaciones o spas en pleno Camino de Santiago. Son algunas de las actividades que se desarrollan en los pueblos, más allá del sector primario, que continúa siendo clave para mantenerlos vivos. Pero la situación en el medio rural ha cambiado desde hace tiempo. «Ya no llevamos boina», explica Javier Ruiz, agente de desarrollo rural encargado del coworking rural en Castilla y León, en alusión a la percepción errónea de la vida en los pueblos, que poco a poco han ido perdiendo población. En los últimos diez años, se calcula que un total de 6.232 municipios ha visto descender su número de habitantes. Es decir, tres de cada cuatro términos municipales.

«Nadie tiene el libro mágico de la repoblación, pero hay que probar a ser innovadores para que no se mueran los pueblos y se conozca su potencial», afirma Ruiz a elEconomista. Y en estas novedosas ideas se engloba el coworking rural como una vía para retener y atraer población a los municipios. Es una opción que ya se ha puesto en marcha en Cataluña y Castilla y León, comunidades desde las que se están impulsando redes de coworking rural con las que, aunque queda camino por recorrer, se están logrando resultados.

«El impacto es multiefecto. Se mejora el engagement de las personas del espacio rural y la apertura de nuevos establecimientos o la realización de actividades aumenta por la mayor la demanda. Estamos viendo también que aquellos que teletrabajan, al venir a las zonas rurales, se han traído a su familia. La actividad impacta en la renta del municipio y en el número de actividades económicas llevadas a cabo en él», señala Carles Méndez, investigador de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y experto en coworking, a elEconomista

Era Rural: la red que impulsa más de 500 emprendedores y negocios en el medio rural

El medio rural despierta interés. Y no solo para pasar un fin de semana o unas vacaciones para disfrutar del entorno natural y alejarse del bullicio por unos días. En los últimos años, está atrayendo a nuevos pobladores que buscan una opción para vivir como realmente quieren y sin tener que renunciar a una trayectoria profesional. No son los únicos. También muchas personas que han nacido en pueblos, o bien regresan al lugar de sus padres o abuelos, no quieren abandonarlos por lo que piensan en opciones profesionales que puedan llevar a cabo en su localidad natal. Son espacios igualmente idóneos para los más aventureros.

Y, emprender en algunas ocasiones, se convierte en el camino elegido, que puede ser más fácil de recorrer con Era Rural. Esta web y app ha sido la elegida ya por más de 500 proyectos empresariales para dar sus pasos en el medio rural. «Nació hace tres años y sigue funcionando de forma efectiva», afirma Hugo Fraga, CEO de Hyaliacom, empresa tecnológica que forma parte de esta iniciativa impulsada por por 13 Grupos de Acción Local de Aragón liderados por CEDEMAR, a elEconomista

El proyecto del market place, se ha comenzado a gestar a finales de 2023, con el apoyo de fondos Next Generation y de la Fundación Aragón Emprende con el fin de que los emprendedores de La Era Rural puedan vender tanto sus productos como servicios.

La aplicación, solo es para Aragón, incluye diferentes funciones que, en este 2024, se van a ver ampliadas con la incorporación de más herramientas para vender a través de esta plataforma web y que todo el proceso sea más sencillo. Una prestación que, además, se apoya en un mapa interactivo para conocer los proyectos empresariales que hay en una misma zona.

Estas funcionalidades se suman a las ya existentes en Era Rural, que funciona como una red social privada en la que los emprendedores están en contacto y hablan entre ellos con el fin de generar sinergias, además de poder ayudarse para solucionar dudas del día a día como, por ejemplo, cómo se hace la declaración trimestral del IVA, cómo hacer una factura… «Se ayudan entre sí. Si no sabemos que hay más gente, nos encontramos muy solos». Además, se ofrece asesoramiento.

Era Rural permite establecer ese contacto –se dispone de chat privado-, además de visibilizar los diferentes proyectos emprendedores tanto en su web como en la app al disponer de un espacio propio para darse a conocer y contactar con otras iniciativas.

Además, se imparten formaciones útiles, gratuitas y personalizadas en diferentes áreas relacionadas con el emprendimiento y de las distintas áreas de actividad.

Era Rural igualmente abre la puerta a que los emprendedores opten a otras formas de obtener recursos financieros como, por ejemplo, la financiación colectiva. También se proporciona información sobre ayudas económicas y becas.

Entre los negocios que ya figuran en Era Rural están, por ejemplo, empresas relacionadas con la producción de cerezas, actividades artísticas como la de mago, apicultores, agencias de comunicación y marketing… «Hay todo lo que se puede montar en el medio rural, que es todo».

Aunque Era Rural nació hace tres años en la Ribera Baja del Ebro, en Aragón, como proyecto tiene se comenzó a gestar en 2015. Sus promotores tienen más de diez años de experiencia, ya que se impulsó en el marco del proyecto Jóvenes Dinamizadores Rurales (formado por 13 grupos de desarrollo rural), con una trayectoria de 10 años de trabajo en impulsar el emprendimiento en el entorno rural aragonés. En su desarrollo se cuenta con la participación de más entidades como la empresa Hyliacom, para la parte tecnológica; la cooperativa Tararaina, que da apoyo en la parte técnica, y la financiación de la Fundación EDP y del Gobierno de Aragón, aparte de contar con aportaciones de los fondos FEADER de la Unión Europea, entre otros apoyos de Era Rural que permite a su vez estar al día de todo lo que sucede en cuanto a emprendimiento en el medio rural.

Eva Sereno