Hoy quiero hablarte de un tema que muchas veces se queda en el aire cuando hablamos de cambiar de vida: la libertad.
Mucha gente sueña con ella. En los talleres grupales que he dado siempre es un valor importante: ¡Yo sin Libertad no puedo vivir! Piensa la mayoría.
Pero… ¿Realmente es así?
¿La gente despierta vive buscando Libertad o tratando de quitarse las cadenas que le restan libertad? ¿Es una búsqueda propia o es una frustración reprimida?
Porque más que buscar la libertad, lo que realmente desean es quitarse de encima todo lo que les pesa y les ahoga.
Cuando preguntamos qué es la libertad, encontramos respuestas cómo “No ir a trabajar donde no quiero, poder vivir viajando, no tener horario fijo, quitarme de encima mi jefe, etc.”
Y ojo, eso no está mal. Todos sentimos el peso de obligaciones, trabajos que no nos llenan, horarios que no controlamos, deudas… cosas que te quitan el aire. Pero ¿es eso buscar la libertad?
Te lo pregunto porque, si lo piensas bien, querer librarte de algo no es lo mismo que querer crear algo diferente.
Desde mi punto de vista La libertad no es solo la ausencia de cadenas, es tener un propósito que tú eliges y un camino que tú decides recorrer.
Debo reconocer que cuando empecé mi propio camino, no lo tenía tan claro. Aunque perseguía el estilo de vida del Nómada Digital, tardé años en entender que solo me estaba enfocando en lo que quería dejar atrás, y no en lo que realmente quería construir.
¿Te has planteado alguna vez qué harías con tu tiempo si de pronto no tuvieras esas cadenas que tanto te pesan? ¿Qué te movería cada mañana?
Ahí está la clave. Porque la libertad no es solo quitarse un peso de encima, sino saber exactamente hacia dónde quieres caminar.
Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre esto. Hazte esta pregunta: Si mañana me levantara con total libertad, ¿qué haría con mi vida?
Si la respuesta no es clara, no te preocupes. Es normal, cuesta visualizarlo. Pero empezar por identificar qué te motiva, qué te llena, qué te hace sentir vivo, es un paso enorme hacia construir esa libertad que deseas.
Y recuerda:
La libertad no se persigue, se construye.
El primer paso hacia la libertad es saberte capaz de ella, el segundo, no aceptar otra cosa.
Un abrazo,
Carles.