Una de las preguntas más frecuentes que me hacen mis clientes de planificación financiera es: «¿Cuánto efectivo necesito tener en mis cuentas bancarias?».
La cantidad exacta en dólares dependerá de las necesidades, objetivos y circunstancias individuales de cada uno. Pero, en general, la cantidad total de efectivo que necesitas tener a mano en el día a día debe considerar tres aspectos fundamentales para la gestión eficiente de las finanzas:
Cuánto dinero necesitas tener a mano en ese momento
Lo primero que tienes que tener en cuenta son tus gastos mensuales habituales. Estos gastos provendrán en gran parte del dinero que ingresas cada mes.
El único dinero extra que necesitas para cubrir estas necesidades puede ser un pequeño colchón en tu cuenta corriente para evitar descubiertos imprevistos.
También hay que tener dinero a mano para un fondo de emergencia. Como punto de partida, suelo recomendar tener entre tres y seis meses de gastos.
A partir de ahí, puedes aumentar o reducir la cantidad en función del grado de responsabilidad financiera que tengas, la estabilidad de tus ingresos y la comodidad que te proporcione tener dinero extra en tus cuentas bancarias.
Por último, necesitas dinero para todos tus objetivos a corto plazo o grandes compras que requieran financiación que no puedas cubrir con el flujo de caja mensual y para las que necesites ahorrar durante los próximos años. Esto incluye cualquier cosa que puedas desear en el próximo año o en cinco o seis años —como el pago inicial de una casa o un coche nuevo—.
Puedes ahorrar para estos objetivos reservando un poco de dinero cada mes en una cuenta de ahorro remunerada. Así sabrás que tu dinero está a salvo de riesgos y que devenga intereses.
Por supuesto, probablemente querrás seguir disfrutando de la vida, alcanzando objetivos y construyendo tu seguridad financiera más allá de cinco o seis años, pero el dinero que no vayas a necesitar en 10 años no debería guardarse en efectivo.
A qué te arriesgas cuando guardas en efectivo dinero que no necesitas
Cuando empiezas a considerar horizontes temporales de seis a siete años, 10 años o 15 años, guardar dinero en efectivo suele dejar de tener sentido desde el punto de vista financiero: probablemente la inflación supere los intereses que puedes ganar por ese dinero.
Un buen tipo de interés para una cuenta de ahorro se sitúa actualmente cerca del 3% (e incluso se puede obtener más). Pero siempre está sujeto a cambios. La inflación media anual es del 2% o el 3% —y últimamente ha sido muy superior—.
Si tu dinero gana menos que la tasa de inflación, dentro de 10 años tendrás menos poder adquisitivo y menos valor que ahora. Ese es el riesgo de mantener el dinero en efectivo durante demasiado tiempo.
Dónde poner el dinero a medio plazo
Si ya sabes que no vas a necesitar el dinero durante al menos 10 años, entonces es el momento de plantearte invertir ese dinero en efectivo para poder obtener una rentabilidad mejor que la que podrías conseguir en una cuenta de ahorro o en un depósito.
Puedes abrir una cuenta de valores (también llamada cuenta de corretaje) en una gestora o bróker de tu elección.
Cuando inviertes dinero en una cuenta de valores para estos horizontes temporales a medio plazo, quizás quieras considerar una asignación de activos más conservadora que la que podrías elegir para tus cuentas de jubilación.
Si tu jubilación es a 20 o 30 años vista, ese horizonte temporal más largo significa que puedes ser más agresivo con tu cartera e invertir más en renta variable.
Sin embargo, si necesitas el dinero dentro de 10 años, probablemente te convenga tener algo más equilibrado, como una cartera 60/40, en la que el 60% de los activos se mantienen en acciones y el 40% en bonos.
La asignación exacta más adecuada dependerá de tu tolerancia al riesgo, capacidad de riesgo, rentabilidad requerida y horizonte temporal.
Esto te permitirá obtener una rentabilidad superior a la que podrías obtener con una cuenta de ahorros, pero presenta menos riesgo del que probablemente asumirías con una cartera que pudieras mantener invertida durante varias décadas.
Si tienes dinero que no vas a necesitar en 10 años, asegúrate de que está trabajando tan duro para ti como lo hiciste tú para conseguirlo.