El emporio levantado por Chiara Ferragni en las redes sociales se tambalea. La Fiscalía de Milán abrió ayer de manera oficial una investigación contra la influencer italiana. A Ferragni se la investiga por un delito de estafa agravada.
La prescriptora, de 36 años, se habría lucrado con la comercialización en tierras transalpinas de un Pandoro, un dulce típico navideño, cuyas ventas iban a destinarse supuestamente a una causa benéfica. Por esta razón, la autoridad italiana de la competencia AGCM impuso el mes pasado a Chiara Ferragni una multa de más de un millón de euros. Balocco, el fabricante del Pandoro, fue sancionado asimismo con una multa de 420.000 euros.
En la investigación iniciada por la Fiscalía de Milán están siendo investigadas por un delito de estafa agravada tanto Chiara Ferragni como Alessandra Balocco, presidenta y CEO de Balocco. De hecho, agentes de la policía italiana de delitos fiscales se han personado ya en las oficinas de Balocco para recabar información sobre el caso.
Por su parte, Ferragni declaró ayer por la tarde que «está tranquila» porque siempre «actuó de buena fe». «Estoy segura de que la investigación en curso así lo pondrá de manifiesto», aseveró.
La influencer aprovechó asimismo para arremeter contra los medios de comunicación por diseminar «noticias objetivamente falsas».
Coca-Cola ha cortado amarras recientemente con la influencer italiana
Actuara o no de buena fe, lo cierto es que el escándalo está causando severos quebraderos de cabeza a Ferragni. Coca-Cola, sin ir más lejos, se ha distanciado recientemente de la influencer y no emitirá finalmente un spot ya filmado que iba a emitirse a finales de este mes durante la retransmisión del Festival de la Canción de San Remo.
Con casi 30 millones de seguidores en Instagram, Chiara Ferragni es una de las influencers más reputadas a nivel internacional e ingresa grandes sumas de dinero promocionando productos en los canales 2.0.
La creadora de contenido, que está casada con el rapero italiano Fedez, publicó en Instagram poco antes de Navidad un vídeo en el que entonaba el «mea culpa» por el escándalo del Pandoro. En el vídeo Ferragni hablaba de un «error de comunicación» y declaraba que su intención era evitar tales «malentendidos» en el futuro. Simultáneamente la influencer anunciaba la donación de un millón de euros al ala consagrada al tratamiento de los niños con cáncer en el Hospital Regina Margherita de Turín, la institución a la que iban presumiblemente a donarse los ingresos generados por la venta del Pandoro comercializado en colaboración con Balocco. Más tarde se supo, no obstante, que el hospital no había recibido un solo céntimo por parte de Chiara Ferragni pese a vender más de 360.000 unidades de su Pandoro.