El mundo de las criptomonedas es muy volátil, al mismo tiempo que un día cotizan al alza, al momento se desploman drásticamente. Y, en la misma línea, sucede con las plataformas que custodian estos activos digitales, las cuales de un día para otro pueden, por el motivo que sea, entrar en quiebra e incluso desaparecer.
Circunstancias que desatan siempre una cascada de preguntas entre sus clientes. Pero, ¿qué ocurre realmente si el exchange donde tengo invertidas mis criptomonedas quiebra? Desde Roams, plataforma digital especializada en asesoramiento financiero, nos cuentan los puntos claves que debes tener en cuenta ante situaciones de este tipo.
Uno de los casos que lleva acaparando titulares en los últimos días ha sido precisamente el de FTX, el que fuera uno de los brokers de crypto con mayor número de usuarios a nivel mundial -a principios de este año contaba con más de 5 millones entre todas sus filiales-.
La plataforma se declaró el pasado viernes en bancarrota y se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU, que según explica la BBC, “es una especie de indulto o conmutación de pena. Evita que la empresa se desmembre, entre en liquidación inmediata y empiece a despedir personal. A cambio, la ley le permite a la compañía continuar con sus operaciones y reorganizar su estructura libre de la presión de sus acreedores, mientras negocia un plan de pago de sus deudas”.
¿Por qué ha llegado FTX a esta situación?
Según indican desde Roams son, principalmente, por tres motivos:
- Por una elevada inversión en la compra de otras plataformas para asegurarse su dominio en el mercado -algunas de las cuales las compraba incluso cuando estaban prácticamente en bancarrota-.
- Por una crisis de liquidez, ya que tenía préstamos colateralizados en FTT (su propia criptomoneda) y al bajar la cotización de su crypto, tenía que meter más dinero para asegurar esos préstamos.
- Por los rumores de bancarrota que inicialmente se desataron a raíz del anuncio. Esta situación hizo que buena parte de los clientes quisieran retirar sus criptomonedas y, como consecuencia, no había dinero para todos.
¿Por qué se ha declarado finalmente en bancarrota? La compañía fundada por Sam Bankman-Fired ha llegado a este punto porque, tras varios días de tira y afloja por parte de Binance -plataforma que parecía que iba a salvarle- decidió finalmente dar marcha atrás y abandonar el proceso de compra.
El broker chino acabó rechazando la oferta alegando “la mala gestión de los fondos de los clientes y las supuestas investigaciones de las agencias estadounidenses”, según han manifestado desde la compañía de Zhao. Al parecer, según una investigación de la SEC (Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos), FTX podría haber usado el dinero de sus clientes para realizar operaciones irregulares de alto riesgo.
Esta situación no implica, sin embargo, la desaparición directa de FTX, pero sí es cierto que tampoco asegura que reviva en un futuro.
Y, ¿qué va a pasar ahora con los clientes?
Los clientes son, a fin de cuentas, los principales perjudicados en este tipo de contratiempos. Y más en el ámbito crypto, donde el vacío legal alimenta aún más la fiera. Al no haber ningún banco central que ampare las criptomonedas, los clientes que tuvieran criptomonedas o saldo en moneda fiduciaria dentro de FTX, no podrán hacer nada. Es muy probable que hayan perdido sus activos y la única vía que puede quedar en estos casos es la judicial, aunque si bien es cierto, con esta alternativa puede tardar en resolverse meses e incluso años.
Los usuarios con inversiones en monedas digitales dentro de FTX tampoco pueden acogerse al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), ya que esta institución asegura los ahorros en caso de insolvencia de una entidad financiera hasta 100.000€ por titular y entidad.
Los productos que están cubiertos por el FGD son aquellas inversiones depositadas en: cuentas de ahorro, cuentas corrientes, depósitos a plazo fijo, depósitos estructurados, depósitos combinados, depósitos en valores negociables e instrumentos financieros que hayan sido confiados a la entidad financiera para su depósito, registro o inversión.
Sin embargo, sí habrá una parte de los clientes que podrán recuperar su inversión. Concretamente, aquellos que invirtieron en criptomonedas como TRX, BTT, JST, SUN y HT. Esto es posible gracias al acuerdo que ha alcanzado FTX con TRON, que permite a todos los usuarios que tuviesen dichas crypto, poder recuperarlas desde FTX y llevarlas a una wallet externa. Los retiros se pueden llevar a cabo desde el 10 de noviembre.
No obstante, hay una fórmula en la que podemos mantener a salvo nuestras inversiones cuando suceden contratiempos de este tipo. En esta línea, aquellos usuarios que tengan sus activos en una wallet de criptomonedas, nunca se verán perjudicados, ya que son ellos mismos quienes tienen la llave de sus propios activos.
Aunque eso sí, en una wallet o billetera, también hay que tener en cuenta otros aspectos como la caída del valor del activo que tengas invertido -el bitcoin ha caído, por ejemplo, un 70% en tan solo un año-. Wallets o billeteras hay de dos tipos: calientes o monederos conectados a internet; y carteras frías, dispositivos hardware que no necesitan conexión a la red, por lo que son más seguros aún frente a situaciones de este u otro tipo como hackeos, por ejemplo.
Consecuencias a nivel global…
La crisis originada en el seno de FTX puede tener consecuencias directas en muchos ámbitos. Puede hacer que los gobiernos de los distintos países endurezcan o intenten sacar nuevas regulaciones para las criptomonedas. De hecho, la Unión Europea ya está trabajando en una regulación común de las criptomonedas con la ley del mercado de criptoactivos, más conocida como ley MiCA.
También es una noticia que afecta negativamente al mercado de las criptomonedas, dado que se pierde confianza en el sector -es lo que se conoce como cisne negro- y repercute además en empresas del sector.
Por ahora, cerca de un centenar de plataformas ya se han visto afectadas, entre las cuales destaca Solana -una de las crypto más unidas a FTX- que ha disminuido su cotización en un 50% desde que se diera el anuncio del broker estadounidense. Con esto sobre la mesa, está claro que poco a poco se está tejiendo un desenlace que, por ahora, no se sabe cómo acabará.