El trabajo líquido es una modalidad laboral que irrumpe con fuerza en la sociedad, destacado por la flexibilidad y la marcada digitalización de su entorno. ¿Cómo se aplica? ¡Te contamos todo de él!
El trabajo líquido es la prueba innegable de que el mundo laboral está cambiando, a la par del sector digital y de las nuevas tecnologías. Se trata de un concepto que da cuenta de la influencia que tienen los avances tecnológicos en el ámbito laboral, lo cual propicia la implementación de nuevos procedimientos.
Esta modalidad es una «nueva» tendencia que cobró mayor protagonismo durante la pandemia del COVID-19 y que se destaca por una serie de características. Las más relevantes son la flexibilidad horaria, la movilidad y la digitalización.
Pero, ¿cuáles son sus ventajas e inconvenientes? ¿Es apto para todos? ¡Continúa leyendo, para que conozcas la respuesta de estas y otras preguntas!
Trabajo líquido: origen y mecánica
El trabajo líquido es una nueva forma de plantear las relaciones laborales que rompe con los patrones habituales de la era industrial, es decir, que se aleja del modo tradicional o «de toda la vida», la cual hace referencia a horarios fijos, presencialidad, estabilidad, jerarquía, relación exclusiva entre empleado y empleador, entre otros.
Se trata de conceptos que se vieron afectados con fuerza en el ámbito empresarial, en especial con la llegada de la pandemia por COVID-19, así lo señala una publicación de CEPAL.
A raíz de este suceso, se originó el auge del teletrabajo, una modalidad que ya se empleaba en algunas empresas y que es la esencia misma del trabajo líquido.
Surgimiento
Esta dinámica surge debido a diferentes condiciones y catalizadores. Por un lado, la pandemia, sumada a la digitalización del trabajo y a las nuevas tecnologías, cada vez más presentes e imprescindibles en nuestra vida.
Estos factores contribuyeron al surgimiento de otra forma de entender las relaciones laborales. Además, se le añade el interés de muchas personas, cada vez más creciente, de prestar servicios a empresas que les faciliten aspectos como la movilidad y la convivencia familiar.
¿Cómo es el trabajador líquido?
El trabajador líquido es un empleado capaz de adaptarse a su situación laboral con rapidez, agilidad y facilidad. Ejerce desde cualquier sitio y, sobre todo, aprovecha las herramientas digitales y tecnológicas de las que dispone para responder a un mundo exigente y en constante cambio.
La ciencia de hoy es la tecnología del mañana.
Características del trabajo líquido
Algunas de las características del método de trabajo en cuestión son las que te enlistamos a continuación:
- Flexibilidad horaria.
- Menor importancia de la estabilidad laboral.
- Apoyo al emprendimiento y a los autónomos.
- Relevancia del talento individual de cada empleado.
- Eliminación de las jerarquías o menor peso de las mismas.
- Valor real que cada trabajador aporta a la empresa gracias a su formación y destrezas, en especial en el ámbito digital y de las nuevas tecnologías.
Además de estas características, podemos hablar de tres pilares fundamentales que sustentan el trabajo líquido:
- Movilidad: no requiere un espacio físico específico para trabajar, lo cual origina que muchos desarrollen sus labores de manera remota.
- Flexibilidad: tiene que ver con la necesidad de que las personas sean medidas por sus resultados y no por el hecho de estar en un lugar físico cumpliendo con horarios fijos.
- Digitalización: se relaciona con los múltiples avances tecnológicos que se integran al entorno laboral, por medio de los cuales, tanto empresas como trabajadores, obtienen varios beneficios.
El trabajo tiene, entre otras ventajas, la de acortar los días y prolongar la vida.
Ventajas de esta modalidad de labores
Son varios los elementos que se asocian de manera positiva con esta manera de trabajar, dentro de los cuales se destacan los que comentamos enseguida:
- Se aleja de horarios rígidos.
- Enfatiza la importancia de los resultados y objetivos y no tanto de las horas invertidas.
- A nivel empresarial, permite llegar a diferentes parajes del mundo por medio de los empleados que se contratan.
- Apuesta por una estructura de jerarquía horizontal, en la cual los jefes pasan a ser líderes y valoran de forma equitativa a todos sus empleados.
- Permite trabajar desde cualquier parte y en remoto, lo que reduce costos de desplazamiento, ahorra tiempo y facilita la conciliación de la vida personal y laboral.
- Los trabajadores escogen con mayor libertad en función de su talento y valía, ya que no es tan importante la estabilidad en la misma empresa, sino el constante cambio y la mejora continua.
Inconvenientes del trabajo líquido
Como todo, la modalidad también presenta inconvenientes. En este sentido, cabe decir que no es una tarea «apta» para todos o que siempre se considere como una opción atractiva. Esto suele suceder debido a los siguientes aspectos:
- No es aplicable para todo tipo de trabajo, sobre todo para los tradicionales o más artesanales.
- Implica conocer y utilizar las herramientas tecnológicas de forma constante, situación que afecta a aquellos que no las dominan.
- Hay personas que les interesa tener cierta estabilidad laboral y beneficios de ley, que, en ocasiones, el trabajo remoto pasa por alto.
- Se otorga una gran importancia a la tecnología, lo que obliga a las empresas a actualizarse con frecuencia para no quedarse atrás en el ámbito de la digitalización. Aquello abre una nueva arista cuando se trata de seguridad laboral en este contexto tecnológico, como lo señala una publicación de Archivos de Prevención de Riesgos Laborales.
Mantente al día con esta dinámica de trabajo
Como pudiste ver, el trabajo líquido es un concepto que se origina en el seno de un mercado laboral en constante cambio, dentro del cual la tecnología juega un papel de suma importancia. Es una modalidad que se afianza, en la que empresas y personas sacan beneficios.
Si bien depende de cada persona y su profesión, en el mundo laboral se le ha concedido preferencia a esta modalidad, razón por la cual resulta importante conocer sus principales características. No hacerlo, podría acarrear la pérdida de oportunidades por no estar al corriente de las nuevas tendencias en cuestión de empleo.