Desde el principio estaba claro que la quiebra del exchange de Sam Bankman-Fried, FTX, iba a dar mucho que hablar. Y así está siendo. Como así será con Silicon Valley Bank, Silvergate o Signature. El último capítulo, en el caso de FTX, es una denuncia de 1.000 millones de dólares presentada contra varios influencers que colaboraron con la plataforma de intercambio de criptomonedas.
La demanda se presenta ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Miami.
En ella, se apunta que «el desastre de FTX es el fraude financiero más grande en la historia de los Estados Unidos. Su exdirector ejecutivo de FTX, Sam Bankman-Fried, se enfrenta a numerosos cargos penales y el nuevo director general, que ayudó a acabar con Enron, concluyó que este fraude era peor que Enron. Billones de dólares han sido robados a inversores de todo el mundo».
Destacan, además, en el escrito, que «no hay garantía de que alguna de las víctimas podrá ver cualquier recuperación de esos procedimientos».
La única vía para que las víctimas de FTX recuperen lo perdido
Afirman en la denuncia que esta acción puede ser una de las únicas vías para que las víctimas recuperen sus pérdidas. Los demandantes realizan esta acción contra YouTube, los influencers financieros de las redes sociales y los promotores que compartieron consejos financieros y promocionaron activamente FTX y sus cuentas rentables (YBA) entre sus millones de seguidores.
Aunque FTX, continúa el escrito, pagó generosamente a los demandados para impulsar su marca y animar a sus seguidores a invertir, estos no revelaron la naturaleza y alcance de sus patrocinios y/o acuerdos de patrocinio, pagos y compensaciones,
Se han descubierto pruebas, resaltan, que revelan que los influencers jugaron un papel importante en el desastre de FTX y, de hecho, el exchange no hubiera crecido tanto sin el impacto masivo de estas personas, aseguran.
La ley les protege
Es de suma importancia, indican, entender que la ley del estado de Florida afirma que estas acciones no requieren «confianza» o «engaño». Simplemente, exige que los demandantes hubieran sufrido daños por comprar un valor no registrado y que fue promovido por los demandados para su beneficio económico o el beneficio financiero de FTX.
Muchos de estos influencers de FTX, destacan, han pedido perdón desde entonces, porque confían en su supuesta independencia e imparcialidad para atraer a la gente a unirse su base de fans.
Los demandados, afirman, «respaldaron y promovieron la venta del FTX y ninguno de ellos reveló, en ninguna de sus publicaciones de YouTube y otras redes sociales, que FTX les pagó cientos de miles o millones de dólares y se beneficiaron de la venta de FTX, en clara violación de la SEC, la FTC y varias regulaciones federales y estatales«.
Quiénes son los influencers acusados
Tal y como se menciona en la demanda, estos son los 10 influencers demandados:
- Kevin Paffrath: 1,85 millones de seguidores en YouTube.
- Graham Stephan: 4,1 millones de suscriptores en sus páginas de YouTube.
- Andrei Jikh: 2,2 millones de suscriptores.
- Jaspreet Singh: 1,4 millones.
- Brian Jung: 1,3 millones.
- Jeremy Lefebvre: 700.000 suscriptores.
- Tom Nash: 283.000 suscriptores.
- Ben Armstrong: 1,5 millones.
- Creators Agency: una empresa de gestión de talentos y una red publicitaria digital que promovió FTX.
- Erika Kullberg: una de las fundadoras Creators Agency LLC, con 18 millones de seguidores en redes sociales.