La vida puede darte un vuelco en apenas una semana.
El martes pasado, Sam Bankman-Fried era un hombre de 30 años con su mata de pelo castaño y la suficiente influencia como para ir ser reconocido por sus iniciales, SBF. Tenía un exchange de criptomonedas llamado FTX, la firma comercial del exchange, llamada Alameda Research, así como un patrimonio de unos 15.100 millones de euros a su nombre, según estimaciones de Bloomberg.
Se había convertido en uno de los nombres más importantes del mundo de las criptomonedas en cuestión de 4 años y ya estaba fijándose en el sector de las finanzas convencionales.
Ahora, le quedan algo menos de 1.000 millones de euros y sus iniciales.
El colapso de la fortuna de Bankman-Fried se veía venir desde hacía meses. Este año, medios como el New York Times señalaban que los fundamentos financieros de FTX eran «inestables», sumado a la inestabilidad que ya presentaba el mercado de las criptomonedas a nivel global.
Así es como se ha fraguado el ascenso y la caída de SBF, el «niño de las criptomonedas»:
Bankman-Fried, hijo de 2 profesores de derecho de Stanford, se crió en Silicon Valley.
Durante su infancia, le gustaban juegos como el ajedrez y el bridge. Su hermano, Gabe, contó a Business Insider que «si un juego de mesa le parecía divertido, su opinión era que debías jugar 2 partidas simultáneas a la vez con un temporizador».
Bankman-Fried estudió física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde compaginó varias actividades extracurriculares con sus estudios. «Trabajaba como una hora y media al día en total y tenía problemas para llegar a los sitios a tiempo. Como estudiante, era negligente», contó él mismo a Business Insider.
Durante la universidad, Bankman-Fried comenzó a desarrollar su «brújula de la moral», interesándose por el altruismo eficaz, un movimiento filosófico que utiliza los cálculos para entender cómo la gente puede utilizar su tiempo, dinero y recursos para ayudar mejor a los demás.
Después de la universidad, Bankman-Fried entró a trabajar en la empresa comercial Jane Street, donde aprendió el arte del arbitraje, una forma de negociación en la que los traders compran un activo a un precio bajo en un mercado y lo venden a un precio más alto en otro.
Durante sus 3 años en Jane Street, Bankman-Fried donaba la mitad de su sueldo a asociaciones animalistas y a organizaciones benéficas, según Bloomberg, hasta que se marchó para trabajar en el Centro para el Altruismo Eficaz, creado por William MacAskill, uno de los líderes del movimiento del altruismo eficaz.
En 2017, cuando las criptomonedas estaban en auge y la gente invertía a través de exchanges privados, Bankman-Fried se dio cuenta de que algunas monedas digitales se vendían a precios más altos que en otros, deduciendo que podía usar sus conocimientos de arbitraje para obtener un beneficio de ello.
En octubre de 2017 había creado su propia firma de inversión de criptomonedas, Alameda Research, en Berkeley, California. Sus compañeros dcontaron a Business Insider que era experto en encontrar formas de moverse más rápido que otros traders.
En su punto álgido, Alameda movía más de 14 millones de euros al día entre mercados, según Bloomberg, por lo que Bankman-Fried pronto se ganó el apodo de «el Moby Dick de las criptoballenas» gracias a su habilidad para «surfear» la industria.
En 2018 trasladó el equipo de Alameda a Hong Kong, tras darse cuenta de lo laxas que eran las normas en comparación con las de Estados Unidos. «Creo que estamos perdiendo 50.000 dólares al día por no trabajar desde Hong Kong en lugar de Berkeley», dijo Bankman-Fried, según contó uno de sus compañeros a Business Insider.
A medida que Bankman-Fried ganaba dinero con el trading, sus ambiciones también crecían, por lo que empezó a pensar en crear una alternativa a lo que él llamaba los «exchanges de mierda» en los que operaba entre 2017 y 2018.
A principios de 2019, Bankman-Fried y su equipo trabajaban en la creación de su propio exchange y, tras 4 meses de codificación, lanzaron FTX en mayo.
FTX fue un éxito, ofreciendo bajas comisiones y varios tipos de criptomonedas monedas para que los usuarios operaran. Incluso permitía a los traders intercambiar efectivo como garantía por monedas.
En 2020, Bankman-Fried abrió una pequeña sucursal de FTX en EEUU y puso en marcha sus planes para hacerse con una parte importante del mercado cripto del país. Empezó a presionar al Congreso para conseguir nuevas regulaciones sobre las criptomonedas y donó millones a un super PAC pro cripto, GMI PAC, según Politico.
En septiembre de 2021, Bankman-Fried decidió trasladar las operaciones de FTX a las Bahamas, estando a apenas un vuelo de Miami pero donde la plataforma podía seguir operando fuera del ámbito de la SEC.
Seún Bloomberg, FTX solo se lleva una pequeña parte de cada operación, pero en 2020 se negociaba una media de casi 1.000 millones de euros diarios en la plataforma. Solo en 2021, Bankman-Fried obtuvo un beneficio de 340 millones de euros de FTX y otros 975 millones de Alameda.
Grandes inversores como SoftBank Vision Fund, Tiger Global, Sequoia Capital y BlackRock apostaron por FTX en rondas de financiación. A principios de 2022, el exchange y sus operaciones en Estados Unidos estaban valoradas por los inversores en un total de 39.000 millones de euros, según Forbes.
En su mejor momento, el patrimonio neto de Bankman-Fried llegó a ser de 25.300 millones de euros, según Bloomberg.
Ha destinado esa riqueza a patrocinios, a financiar a líderes políticos y a promover sus actividades altruistas.
Según Politico, en 2020 donó más de 10 millones de euros para respaldar la campaña presidencial de Joe Biden, aunque su primera donación política fue en 2010 para el senador demócrata Michael Bennet de Colorado.
En 2022 se gastó más de 40 millones en campañas políticas, según los archivos del Comité Electoral Federal revisados por Politico.
Ha hecho donaciones a ambos partidos, aunque la mayoría de su financiación se ha inclinado hacia los líderes demócratas. Los Angeles Times publicó que Bankman-Fried había donado unos 975.000 euros al Senate Majority PAC y 6 millones al House Majority PAC, 2 súper PACs cuyo objetivo es mantener el Congreso en manos de los demócratas, además de financiar Protect Our Future, un Super PAC que se centra exclusivamente en las primarias demócratas de la Cámara de Representantes, tal y como informó Politico.
También ha hecho de la prevención del COVID-19 un tema prioritario como principal financiador de Guarding Against Pandemics, una organización sin ánimo de lucro dirigida por su hermano Gabe, según Politico.
Bankman-Fried ha afirmado que sus donaciones son para fomentar su creencia en el altruismo efectivo, y dijo a Bloomberg que al final solo se quedaría con el 1% de sus ingresos o con un mínimo de unos 100.000 euros al año.
Su sencillo estilo de vida también sigue las ideas del altruismo efectivo, por lo que conduce un Toyota Corolla, comparte piso y es vegano.
Al mismo tiempo ha dedicado capital a llamativos patrocinios corporativos, siendo el más notable la adquisición de los derechos de denominación del estadio de los Miami Heat, que le costará unos 135 millones a pagar en 19 años, según Bloomberg.
También gastó unos 29 millones de euros en la emisión de un anuncio en la Super Bowl de 2022 con el cómico Larry David, tal y como publicó Bloomberg.
A través de FTX, Bankman-Fried también ha llegado a acuerdos con importantes equipos de baloncesto, como los Washington Wizards y los Golden State Warriors, además de con deportistas individuales como el jugador de baloncesto Steph Curry y el quarterback Tom Brady.
Bankman-Fried parecía imparable, hasta que dejó de serlo, porque a principios de noviembre, la web de criptomonedas CoinDesk informaba de un balance filtrado que mostraba que Alameda Research se encontraba en una situación financiera inestable.
La página reveló que la mayor parte de los activos de Alameda estaban invertidos en el token nativo de FTX, FTT. Con el mercado de criptomonedas ya tambaleándose, los traders comenzaron a preocuparse por una repentina caída del valor de FTT.
Changpeng Zhao, CEO de Binance, anunció poco después que Binance vendería sus participaciones en FTT, por lo que los traders comenzaron a retirar sus propias participaciones y Bankman-Fried no tuvo más remedio que pedir a Binance que rescatara a FTX.
El miércoles, Binance anunció que abandonaba el acuerdo, cayendo los activos de Bankman-Fried un 94% y desplomándose su patrimonio a poco menos de 1.000 millones de euros, según Bloomberg. Es probable que sean los propios clientes de FTX los que paguen las consecuencias.
Lakshmi Varanasi, Business Insider