Los mayores anfitriones de Airbnb parecen estar a punto de morder la mano que les da de comer, según la información publicada el 6 de abril en la newsletter de Edwin Dorsey, The Bear Cave.
«La empresa tendrá que competir ahora contra sus mejores y mayores anfitriones», escribe Dorsey, ya que los anfitriones profesionales de Airbnb están creando sus propias plataformas de reserva directa y ofreciendo ofertas para incentivar a los huéspedes a que no reserven en Airbnb.
El continuo aumento de la demanda de estancias de corta duración puede ser un factor que impulse a los anfitriones a actuar de forma deshonesta. La web de análisis AirDNA informó de que el número de noches reservadas por los viajeros en 2022 fue el más alto jamás registrado.
Se trata de una tendencia que supone una enorme amenaza potencial para Airbnb, ya que los principales anfitriones del sector de alquileres a corto plazo representan una gran parte del pastel de las reservas. En 2022, AirDNA informó de que, tanto en Airbnb como en su rival Vrbo, el 1% de los mejores anfitriones gestiona el 23% de todos los anuncios activos y genera el 28% de los ingresos totales.
La mayoría de los anfitriones utilizan la estructura de tarifas divididas de Airbnb, en la que los anfitriones pagan una tarifa de servicio del 3% y los huéspedes, el 14%.
Las acciones de Airbnb cayeron hasta un 6% el jueves tras la publicación de dicha newsletter, según Reuters. La bolsa permaneció cerrada el viernes por Viernes Santo.
Airbnb no ha respondido a la petición de comentarios de Business Insider.
Los anfitriones quieren eliminar a los intermediarios
Recientemente, los mejores anfitriones han manifestado su deseo de abandonar la plataforma. En diciembre, la pareja de influencers Sara y Tony Robinson señalaron a Business Insider que planeaban «abandonar» Airbnb y dedicar su cartera de 1,3 millones de dólares (1,2 millones de euros) a las reservas directas. La pareja dejaría algunos de sus 22 listados en la plataforma, aseguraron.
Su principal preocupación era tener «más control» sobre su negocio y poder quedarse con parte de las comisiones de reserva que Airbnb les cobra a través de la plataforma. Planeaban utilizar herramientas como la captura wifi, que guarda los correos electrónicos de los huéspedes cuando se alojan en sus propiedades, y campañas de marketing directo a través de Instagram y Facebook.
La pareja admitió, sin embargo, que los nuevos anfitriones podrían no ser capaces de replicar su estrategia. Según explicaron a Business Insider, sería «bastante difícil» para un anfitrión novato conseguir un «calendario decentemente lleno de buenas a primeras sin usar algo como Airbnb y Vrbo».
Amie Somer, residente en Alaska, se hizo eco de los Robinson en su insistencia en utilizar reservas directas para su casa de Arizona, de 1 millón de dólares (916.000 euros), donde consiguió 50.000 dólares (45.800 euros) en reservas en su primer año. Su principal preocupación era no depender únicamente de Airbnb y Vrbo.
«No quiero poner todos los huevos en la misma cesta», afirmó a Business Insider.