Sigo con el plan de realizar proyectos de consultoría para reinvertir el dinero en mis propios proyectos. Vamos despacio pero poco a poco estamos viendo los frutos. Van casi 500 euros de beneficio de productos propios en los últimos 30 días. El objetivo mínimo es alcanzar los 1.000 euros al mes con productos propios. Si todo sigue igual estaremos ahí dentro de un par de semanas.
Aunque la cantidad obtenida todavía sea pequeña, es importante ver la tendencia, el crecimiento y la estrategia que estamos siguiendo. Funciona mientras que no hagamos un cambio brusco.
Para ir más rápido he ido adquiriendo un proyecto de consultoría tras el próximo. Mis hábitos que me sirven como pilares para aguantar el ritmo cada vez son más drásticos: levantarme a las 5:30, deporte diario, ayuno intermitente, planificación del día en bloques de 30 minutos, etc. Los hábitos en si son buenos para reducir el estrés y poder trabajar una jornada entera sin distracción y de forma concentrada pero no puedo acumular más de ellos.
He tenido la “suerte” que un cliente de consultoría haya decidido de dejar de trabajar conmigo antes de tiempo. Ha sido el cliente que más me ha agobiado y que ha tenido el proyecto más desfiante de todos. Desde el principio no he encajado bien del todo: ni a nivel de conocimiento (me faltaban conocimientos técnicos que he ido adquiriendo) ni a nivel de cultura. Es una empresa de e-commerce grande que forma parte de un grupo más grande todavía y que funciona como una start-up. De media gente muy joven trabajando, ambiciosos con un ritmo de trabajo mucho más rápido que en empresas más establecidas. La cultura ha sido más bien tóxica donde la mayoría de personas se cubrian las espaldas a coste de sus compañeros. Muchos cambios de personal, de media la gente aguantaba muy poco tiempo en ese entorno. A mi me ha durado casi 9 meses y siento cierto alivio empezando el lunes con mucho más ganas ahora que ya no estoy ahí aunque la decisión no haya sido la mia finalmente.
De hecho hacia tiempo que no me sentía tan bien en un inicio de semana. Pasar una época durante meses donde empiezas un día y cruzas los dedos para llegar al fin de la jornada como sea para poder apagar el portátil y asi de lunes a viernes.
He aguantado tanto porque siempre digo que todo lo que hacemos tiene un precio. Ese precio que estaba pagando era el mio. En ocasiones el precio es demasiado elevado. Mantener las ganas de hacer lo que haces es lo más importante. El dinero es relevante pero si a cambio te quemas completamente no merece la pena. Yo estaba muy cerca de ese punto.
Stay tuned.