Una de las pocas cosas positivas que tuvo la pandemia (estamos intentando ser optimistas porque es septiembre y hay que serlo para no venirnos abajo, ¿ok?) fue demostrar que el hogar puede también funcionar como oficina, algo que aunque parecía prometer un futuro en el que el universo híbrido sería el favorito, ha terminado por ser frenado en aras del presentismo laboral que prima en el universo del trabajo de nuestro país. Disney pidió a sus empleados estar en la oficina cuatro días a la semana y Google, tras haberle pedido a la mayoría de sus empleados acudir tres días a la semana a la oficina, ha dicho que las evaluaciones de desempeño podrían tener en cuenta las ausencias prolongadas e inexplicables de la oficina. Por si fuera poco, El CEO de Amazon, Andy Jassy, ha recomendado a sus empleados que regresen a la oficina o que tengan en mente ir buscando un nuevo trabajo. Así se lo tuvo que confirmar la empresa a la CNN después de que un informe de ‘Insider’ desvelara los comentarios de Andy Jassy en un reciente evento interno.
¿Es el presentismo laboral invencible?
La Dra. Isabel López Cotorruelo, Directora Médico en Cigna Healthcare España, señala que el presentismo laboral sigue siendo un factor importante en el bienestar de los empleados debido a la interacción social y a la colaboración en equipo. “La presencia física en la oficina no sólo facilita la comunicación y el intercambio de ideas en tiempo real, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y comunidad dentro de la empresa. Cuando los empleados trabajan juntos en un entorno físico, se crea un vínculo más sólido con la cultura de la empresa y sus valores, lo que a su vez puede mejorar el engagement con la organización”, asegura.
El último informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) indica que la implantación del teletrabajo al 100% se ha ido reduciendo en las empresas desde 2021, aunque afortunadamente, el teletrabajo ocasional ha ido aumentado. “Por este motivo, lo más probable es que se vaya viendo cada vez más una combinación de ambos en modelos más híbridos. Además, en términos de salud, la adopción combinada de modelos remotos y presenciales, en la que se permite a los trabajadores combinar días de trabajo en casa con días en la oficina, puede fomentar un enfoque más equilibrado y sostenible para el bienestar laboral”, añade la doctora.
Por su parte Margarita Carrasco, psicóloga de bluaU de Sanitas, explica que la decisión de seguir un modelo de teletrabajo o continuar apostando por el presentismo va a depender de varias cuestiones. “La fundamental es la cultura empresarial de cada organización, especialmente la de sus líderes. Y, en menor medida, depende tanto de la productividad que sus empleados hayan tenido en los momentos de teletrabajo, como de la capacidad de adaptación del propio trabajo al formato telemático”, asegura.
“Históricamente, la cultura laboral ha estado arraigada en la idea de que estar físicamente en el lugar de trabajo es sinónimo de productividad y compromiso. Además, la supervisión directa a menudo se asocia con un mayor control sobre los empleados. Sin embargo, esta mentalidad está cambiando a medida que las empresas reconocen que la productividad y el desempeño pueden lograrse de diversas formas, incluido el trabajo remoto. En este sentido, esa necesidad de control sobre los empleados y la falta de confianza, puede generar entornos laborales hostiles que impacten sobre la autoestima de los empleados y, en consecuencia, sobre su productividad y bienestar”, dice.
Aunque en 2022 el retroceso del teletrabajo se generalizó en la Unión Europea, bajando la media del 12,3% al 8,7%, este descenso es más acusado en España. La situación es tan notable en nuestro país que los sindicatos denunciaron que en 2022, según cálculos de UGT, menos de uno de cada diez convenios recogía acuerdos de teletrabajo. Pero esta negativa a trabajar en casa no es exclusiva de España. The Wall Street Journal señala que muchas empresas se agarran a la llegada inminente de una nueva recesión para amenazar a sus trabajadores con echarlos si no vuelven a la oficina.
Como señala la encuesta Comet x YouGov 2023, el teletrabajo aún no convence del todo. Casi un 50% de los españoles afirma que trabajar solo y a distancia perjudica su desarrollo personal y profesional. En cada uno de estos países, las razones mencionadas son la falta de contacto humano y la escasa circulación de información entre los compañeros, dos aspectos fundamentales para el desarrollo tanto profesional como personal. Por ello, la organización híbrida que combina el teletrabajo con el trabajo en la oficina podría ser la respuesta más equilibrada para satisfacer todas las necesidades, tanto de las organizaciones como de los individuos.
Según las estadísticas, el 34 % de los españoles prefiere ir a la oficina en lugar de teletrabajar, y el 20% de ellos lo prefiere porque se siente más productivo. Además, trabajar en la oficina también puede tener un impacto positivo en la moral de los empleados, ya que el 21% de los españoles indica estar de mejor humor y moral cuando va a la oficina.
¿Por qué no gusta que los empleados trabajen fuera de la oficina? ¿Es falta de confianza? Responde Isabel López Cotorruelo. “La resistencia de algunas empresas a permitir el trabajo fuera de la oficina puede atribuirse a diversos factores, incluida la desconfianza en la productividad de los empleados fuera del entorno tradicional de trabajo, sin supervisión directa. La percepción arraigada de que el trabajo sólo se realiza en la oficina puede llevar a la desconfianza en la capacidad de los empleados para mantener altos niveles de rendimiento trabajando desde casa. Además, muchas compañías tienen preocupaciones sobre la colaboración, la seguridad de los datos y la cohesión del equipo y consideran que trabajar en la oficina es más propicio para la colaboración y la comunicación”. Por si fuera poco, la actual recesión económica que está llevando a muchas empresas a reducir costos, un contexto que ha dado lugar a una situación de miedo generalizado en la que se tiende a pensar que permitir a los empleados trabajar fuera de la oficina puede suponer una pérdida de productividad y control del trabajo realizado.
“Sin embargo, avanzar hacia una mayor flexibilidad en el trabajo puede ser beneficioso para la salud mental y el bienestar de los empleados. Para ello, es esencial abordar estas preocupaciones mediante la implementación de métricas claras de rendimiento y objetivos medibles, así como fomentar una comunicación efectiva y una mentalidad basada en resultados en lugar de la presencia física. Con el apoyo y la tecnología adecuados, el trabajo remoto puede ser igualmente productivo y beneficioso para la salud de los empleados”, dice Cotorruelo.
Contra la ansiedad social
El trastorno de ansiedad social es el miedo intenso y persistente a ser observado y juzgado por los demás, un pavor que se acentúa entre quienes lo padecen ante el regreso a la oficina. No es extraño que se incremente aún más cuando una trabajadora se incorpora tras su baja maternal, cuando el coronavirus se encuentra de nuevo en un momento álgido (como el actual, por cierto) o cuando regresamos de vacaciones, bien sea por la tristeza de tener que regresar a la rutina, porque los compañeros de trabajo sienten cierto resquemor y envidia o porque sencillamente, tener que hablar de los pasados días vacacionales de pereza.
¿Hay forma de luchar contra la ansiedad social al volver al trabajo? “En primer lugar, es fundamental darnos un espacio para identificar las emociones que estamos sintiendo ante esta vuelta a la oficina. Este es un buen punto de partida para afrontar esta situación. Establecer una rutina gradual puede ayudar, comenzando, siempre que sea posible, con interacciones sociales reducidas, con el fin de exponernos de forma progresiva al contacto con los demás en el entorno laboral. En este sentido, establecer una comunicación asertiva con el equipo de trabajo y los responsables del mismo, es clave”, asegura Margarita Carrasco, psicóloga de bluaU de Sanitas. “En cualquier caso, la singularidad de cada individuo requiere la identificación de estrategias personalizadas. Por lo tanto, si los efectos de la vuelta a la oficina persisten y afectan de manera significativa, es aconsejable buscar el apoyo de un profesional de la salud mental, ya sea de manera presencial o a través de video consulta”, dice.
Y si nada de esto te ha tranquilizado… Tampoco queda tanto para las vacaciones de Navidad, ¿no? Teníamos que intentarlo…