Tengo un negocio secundario de 6 cifras como creadora de contenido generado por el usuario: así he escalado un trabajo que me ocupa solo unas horas a la semana

Soy directora creativa y tengo un negocio como creadora de contenidos generados por usuarios (CGU). Esta técnica de marketing digital consiste en que un usuario crea contenidos en su perfil siguiendo la estrategia creativa de sus clientes, que por regla general suele ser una marca.

Hay 2 tipos de CGU: el orgánico, que se publica en el feed de la cuenta de la propia marca para aumentar sus seguidores; y el de pago, que es un contenido que se lanza como anuncio en redes sociales para generar ventas. Yo soy especialista en medios de pago.

Dejé la universidad en 2015 para dedicarme al CGU, la edición de vídeo y la estrategia creativa. Soy totalmente autodidacta y, en los últimos 9 años, he trabajado con más de 500 marcas de moda, cuidado de la piel, maquillaje, salud, tecnología y bienes de consumo envasados.

Cobro entre 450 y 1.800 euros por cada pieza, ya que mis contenidos van dirigidos directamente a las ventas. 2 de mis mejores anuncios CGU fueron para un cliente que acabó ganando por esa campaña publicitaria casi 10 millones de euros. En 2022, mientras trabajaba entre 10 y 15 horas a la semana y me cogía un mes y medio libre al año, mi actividad paralela de CGU me reportó casi 100.000 euros.

Ahora puedo trabajar tan pocas horas porque he desarrollado mi negocio hasta el punto en el que ya no necesito ir buscando clientes, todos los que vienen nuevos proceden de referencias.

Empecé a hacer CGU y edición de vídeo por diversión en 2014

En ese momento, no conocía el término CGU y solo me refería a él como creación de contenido. No sabía lo que eran estas siglas hasta que entré en una agencia de marketing y me familiaricé con la estrategia creativa que había estado llevando a cabo todo ese tiempo.

En septiembre de 2015, me tomé un año sabático con la esperanza de poder convertir mi entonces afición en una carrera profesional. Me convencí de que si no funcionaba, volvería a estudiar.

Desde ese momento y hasta mayo de 2016, trabajé a media jornada y construí mi cartera de clientes para el negocio CGU. Me di cuenta de que para que me contratasen las marcas tenía que tener una cartera atractiva, así que empecé a grabar vídeos con los productos que ya tenía por casa y que me encantaba utilizar. 

En menos de 8 meses, conseguí mi primer cliente y pude permitirme mudarme. En verano de 2016, me fui a Los Ángeles para continuar con mi carrera como profesional del marketing creativo.

En otoño de 2018, después de trabajar como freelance creativa hasta ese momento, comencé a trabajar a jornada completa para una agencia de marketing digital como editor senior de vídeos. Después, en el verano del 2020 empecé en una nueva agencia y en el otoño de 2021, me convertí en directora creativa de una marca mientras seguía haciendo crecer mi negocio paralelo de CGU.

Hago que mis anuncios de CGU parezcan naturales

Aunque mis vídeos de CGU son anuncios, intento transmitir las características y las cualidades del producto como si fuese una amiga la que estuviese contando qué le ha parecido.

Pero aunque el fin es que sea lo más natural posible, no me olvido de las técnicas necesarias para atraer a los clientes: el gancho cautivador los 3 primeros segundos, tanto visual como auditivamente.

Normalmente, enfoco el producto como una solución a algún problema con el que puedan conectar la mayoría de los usuarios, como por ejemplo el acné o las ojeras después de una noche sin dormir.

Hago una propuesta de valor o lo que a mí me gusta llamar «puntos de venta únicos», que diferencian al producto del resto de sus competidores. Por ejemplo, si ya hay un millón de lociones en el mercado, ¿qué hace que esta loción sea única?

También suelo compartir las valoraciones de los usuarios que también la han probado. Por ejemplo, si el producto tiene más de 100.000 valoraciones verificadas de 5 estrellas, no dejo de mencionarlo en el vídeo y soltaría una muletilla como: ¡tanta gente no puede estar equivocada!».

Siempre termino los vídeos con una llamada a la acción. Algo tan sencillo como «consigue el tuyo hoy por sólo X euros» o «haz clic en el enlace para ver una oferta especial» y funciona.

Incorporo estos elementos en los guiones o incorporo las tendencias de vídeos de TikTok como la de «prepárate conmigo» y lo lleno de todas las prácticas de marketing posible para aumentar las probabilidades de venta.

Mis otros servicios incluyen la redacción de guiones por 100 euros cada pieza, lo que me lleva aproximadamente 15 minutos; y el allowlisting, con lo que cobro 500 euros al mes para que mis clientes publiquen anuncios en mi cuenta Facebook e Instagram.

Cuando empecé, casi no había recursos útiles

En 2014, YouTube era realmente el único recurso gratuito, y por aquel entonces era como buscar una aguja en un pajar para encontrar un tutorial adecuado. Durante años me abrí camino utilizando PremierePro de Adobe, y al principio fue laborioso. Pero cuanto más practicaba, mejor lo hacía.

Antes de ponerme en contacto con una marca, investigué cómo eran sus anuncios, quiénes eran sus competidores y qué hacían mejor o peor que ellos.

Los freelance deben ser una solución a un problema interno de la marca, así que me aseguré de posicionarme estratégicamente como la solución a los problemas que descubría en mis análisis de marca-mercado.

No fue hasta 2020 cuando empecé a ver los frutos de mi duro trabajo. Ese año ingresé algo menos de 20.000 euros. En 2021, doblé esa cifra e hice casi 40.000 euros antes de alcanzar las seis 6 en 2022.

Trabajar a tiempo completo en agencias de marketing digital de renombre me ayudó a acelerar mi curva de aprendizaje y a convertirme en una vendedora más fuerte gracias a la exposición que tuve a las marcas en tan poco tiempo. Ahora, como directora creativa a jornada completa para una sola marca, trabajo como freelance creando CGU.

En junio de 2022 abrí una cuenta en TikTok para compartir las mejores prácticas del sector. La gente empezó a hacerme preguntas, y eso rápidamente se convirtió en personas que pedían recursos adicionales, como coaching individual, escribir una newsletter y hacer auditorías, por lo que empecé a ofrecerlos en agosto de 2022.

No se necesita un título universitario para tener éxito

Algo que he aprendido es que no se trata de dónde fuiste a la universidad o incluso si tienes un título, se trata de tu cartera y de que puedas demostrar que eres bueno en lo que haces.

Las marcas van a contratar a la persona que demuestre que su trabajo ofrece un retorno de la inversión que hacen en ti. Por ejemplo, en marketing, las marcas quieren ver estudios de casos que muestren el retorno de la inversión publicitaria.

Como creador de CGU, tienes que estar al tanto de las últimas tendencias en redes sociales y de las técnicas del marketing. Cuando empiezas en este negocio, te estás convirtiendo en empresario, y eso nunca ha sido un trabajo fácil.

La depresión del fundador es real. El rechazo duele. Que tus anuncios no funcionen siempre apesta. Pero así son los negocios. Lo que elijas hacer después de estos golpes es lo que diferencia al creador de CGU que se rindió después de 2 semanas del creador de contenidos que gana 4 o 5 cifras al mes.

Perri Ormont Blumberg,