A diferencia de los hoteles, los huéspedes que reservan una estancia en Airbnb no solo dejan una opinión, sino que ellos mismos la reciben.
Al igual que los huéspedes son libres de valorar y reseñar a los anfitriones, los anfitriones pueden hacer lo mismo, lo que ayuda a otros miembros de la comunidad a saber qué esperar en cuanto a limpieza, normas de la casa y comunicación, según la web de Airbnb.
Para saber cómo piensan exactamente los anfitriones a la hora de evaluar a sus huéspedes y cómo pueden los viajeros recibir críticas de cinco estrellas, Business Insider ha hablado con dos superanfitriones de Airbnb reconocidos por su «hospitalidad excepcional».
Jamie Merwin es una superanfitriona de Airbnb que lleva casi cuatro años alquilando casas de campo y cabañas en la plataforma, según explica a Business Insider. Por su parte, Rachel Boice es una superanfitriona de Airbnb que lleva alquilando pequeñas casas en Georgia desde 2021.
Respetar la propiedad
Según Merwin, respetar las propiedades empieza por seguir las normas de la casa.
«Un ‘superhuésped’ sería aquel que deja la propiedad en unas condiciones cercanas a cómo entró en ella», afirma.
Para obtener una valoración de cinco estrellas, Merwin explica a Business Insider que los huéspedes deben lavar y guardar los platos, limpiar superficies como las encimeras y asegurarse de que el suelo está limpio de suciedad y restos de comida.
«Un huésped de cuatro estrellas sería aquel que cumple la mayoría de las normas de la casa, y cualquier norma que no se cumpla al 100% no es una que sea considerada seria», afirma. «Por ejemplo, no guardar los platos limpios del lavavajillas o no poner el termostato a la temperatura solicitada».
Si dejas los platos en el fregadero, recibirás un tres; si dejas todo desordenado, un dos; y si «destrozas el lugar», un uno.
Según Boice, respetar la propiedad también significa seguir las normas de seguridad para proteger a los huéspedes y el entorno. Esto es especialmente importante para Boice, ya que sus propiedades están escondidas en una zona rural de Georgia, rodeadas de bosques y vida salvaje.
«No todo el mundo es aficionado a las actividades al aire libre», comenta Boice refiriéndose a algunos de los huéspedes que ha alojado. Por eso es importante que sigan las normas establecidas para su seguridad, como vigilar su entorno cuando van de excursión y no fumar.
«Como somos un poco diferentes, tengo algunas normas específicas, como no fumar, porque no quiero que incendies nuestro bosque», explica.
Boice afirma que la mejor forma de respetar una propiedad es tratarla como si fuera tu casa.
«Tratarla como tratarías tus propias cosas. Sobre todo si ensucias mucho o rompes algo», explica.
Si algo va mal, Boice afirma que los huéspedes deben ser «sinceros» con los anfitriones. Un ejemplo que pone es el de un huésped que rompió accidentalmente una silla en uno de sus alojamientos de Airbnb y se lo hizo saber de inmediato.
«Fui capaz de buscarla y pedir una muy rápidamente porque, una vez que te vas, alguien más viene, y las siguientes personas van a quererla tan bonita como la tenías tú», señala.
La comunicación es clave
Según Merwin y Boice, es importante comunicarse claramente con el anfitrión durante la estancia, sobre todo si las cosas no salen según lo previsto.
Además de cuidar el espacio, Boice aconseja a los huéspedes que «mantengan una comunicación abierta si algo va mal» o si tienen alguna petición que pueda infringir las normas de la casa.
Por ejemplo, Boice está dispuesta a flexibilizar sus normas sobre la organización de fiestas si el huésped es sincero en cuanto a la posibilidad de invitar a gente.
«Si alguien dijera: ‘Oye, me encantaría tomar un brunch con unas chicas que han venido a casa’, eso podría considerarse una fiesta, pero estaría dispuesta a relajar un poco mis normas», explica.
Un huésped reciente preguntó si podía invitar a un amigo a cenar, a lo que ella respondió: «Por supuesto. Gracias por comunicármelo. Claro, no me importa que vengan, pero por favor no monten un jaleo que tenga que venir yo a limpiar».
La web de Airbnb también ofrece consejos para que los huéspedes obtengan mejores críticas. La empresa de alquiler de viviendas indica que los huéspedes deben tratar la propiedad como si fuera suya y seguir las normas de la casa, haciéndose eco de lo que comentan Boice y Merwin. También comparte consejos específicos e información sobre lo que podría ocurrir si los huéspedes no las respetan.
«Cuando se denuncian infracciones graves o repetidas de estas normas básicas, los huéspedes pueden ser suspendidos o expulsados de nuestra comunidad«, afirma Airbnb en su web.