Luban: Nos conocimos en California y los dos llevábamos ya un tiempo viviendo en Oakland. Creé una clínica y la hice crecer, así que eso me mantuvo allí. No conocíamos nada mejor.
Medlen: California era un buen lugar para vivir y construir tu carrera, hay muchas oportunidades.
Luban: Antes de mudarnos, habíamos sufrido una serie de pérdidas. Llevábamos años intentando tener hijos y acabábamos de intentar la fecundación in vitro sin éxito, muy cara. A pesar de que trabajaba como acupuntora, estaba tan estresada que desarrollé insomnio. Nuestro perro acababa de morir, mi mentor también, y aunque nos ganábamos bien la vida, los gastos de vivir en la bahía nos estaban agotando.
Medlen: Pensé que necesitábamos un descanso de nuestras vidas actuales y una especie de reseteo.
Luban: Con esa idea de fondo, teníamos planeado desde hacía tiempo un viaje de dos semanas al sur de España. El pueblo de Ronda, a medio camino entre Sevilla y Granada, nos encantó.
Medlen: Los dos nos enamoramos de Ronda por lo bonita que era. Estaba llena de flores silvestres y vegetación. También vimos que los alquileres eran mucho más bajos que en Oakland. Por aquel entonces, el dólar estaba muy fuerte frente al euro.
Luban: Estábamos tan desesperados por cambiar que, de camino a casa, mi mujer me dijo: «Si vendieras tu consulta, me mudaría a Ronda». La vendí en seis semanas. En 2016, tres meses después de visitar por primera vez nuestro pueblo, nos mudamos.
Ahorramos dinero y hacemos amigos
Medlen: Ronda es pintoresca. Está rodeada de montañas y colinas onduladas, y sus tierras de cultivo están muy bien conservadas. La visitan turistas de todo el mundo durante todo el año, así que no te sientes aislado, pero en cierto modo está apartada del bullicio de la ciudad.
Luban: Por la mañana podemos salir a pasear y montar en bici. Podemos trabajar desde cualquier sitio y también coger un avión para viajar por Europa en una o dos horas
Luban: Nuestra casa es más pequeña que la de Estados Unidos, ahora tiene probablemente unos 270 metros cuadrados.
Pagamos 600 euros al mes por un apartamento de tres dormitorios y dos baños con unas vistas estupendas. Es seis veces más barato que lo que pagábamos de alquiler por nuestra casa en Oakland.
Medlen: El último año que estuvimos en Oakland, nuestros gastos mensuales, incluido el alquiler, fueron de 3.500 dólares más los servicios públicos. Alquilar la casa ahora costaría más de 5.000 dólares. Viviendo en Ronda, nuestro gasto mensual es miles de dólares menor.
Luban: Tenemos asistencia sanitaria privada que cuesta aproximadamente una décima parte de lo que pagábamos por un buen plan de salud en Estados Unidos, con cero franquicias, incluida la asistencia dental. El coste de la comida y de salir es aproximadamente el 25% de lo que costaría si nos hubiéramos quedado en California. Podemos dejar la casa abierta y mi mujer puede pasear al perro a medianoche sin preocuparse.
Luban: Realmente es la gente la que nos mantiene aquí.
Hay dos aspectos importantes al mudarse a un nuevo lugar. El primero es conocer a personas de tu país, y el segundo, que es importante y no todo el mundo lo hace, es tratar de relacionarse con la gente local.
La gente de Ronda es de las más amables que hemos conocido. Puedes salir a la calle con un perro y harás un nuevo amigo.
Nuestra calidad de vida ha mejorado mucho
Medlen: No estamos seguros al 100% de querer vivir aquí para siempre. Nos lo replanteamos cada año.
Luban: Aunque hay montones de historias sobre lo fácil y barato que es comprar una casa en Europa, la cuestión es que te enfrentas a una burocracia y una situación gubernamental con las que no estás familiarizado, y con las que nunca lo estarás.
Medlen: Aquí no existe la figura del agente del comprador. No hay nadie que te defienda a menos que contrates a un abogado.
Luban: Puede ser un reto estar tan lejos de nuestras familias, pero la posibilidad de trabajar solo 20 horas a la semana y cubrir todos nuestros gastos, además de ahorrar dinero para la jubilación, nos mantiene aquí.
Medlen: Una de las mayores ventajas para nosotros es que tenemos más porque el coste de la vida es más bajo. No sentimos la presión de ganar más y más cada año porque los precios suben. Podemos trabajar menos y ganar dinero.
Luban: Es increíble darse cuenta ahora de lo estresados que estábamos en Estados Unidos. Todavía ganamos dinero en dólares y pagamos impuestos en Estados Unidos, pero es increíble darse cuenta de lo mucho que nos afectaba el estrés de la vida allí. No hay forma de saberlo hasta que te alejas de ello.