3 fundamentales de los que nadie te habla cuando vas a empezar a invertir, por una asesora financiera

La inversión no tiene por qué ser un imprescindible para tener unas finanzas personales sanas. Pero ayuda (y mucho) a alcanzar determinados objetivos financieros y a compensar el efecto de la economía real en tu bolsillo (como la inflación).

A día de hoy, está casi al alcance de cualquier persona. Se puede empezar a invertir con menos de 100 euros y recibir asesoría financiera de forma gratuita hasta que empiezas a ganas dinero —y no, no estamos hablando de ChatGPT por muy bien que cumpla esta función—.

Ahora bien, tener acceso y saber que es lo que tienes que hacer para hacer crecer tu fortuna, no te da luz verde para empezar a invertir sin poner en riesgo tu situación financiera personal. Ahí es donde se cometen las peores aberraciones a la hora de poner tu dinero a trabajar por ti.

Para que no te lances a la aventura tú solo, hemos preguntado a una asesora financiera independiente, Elizabeth Wakefield, que también fue ponente de Money Insider —el primer evento del año sobre finanzas personales de Business Insider España, que puedes ver completo aquí— cuáles son los 3 fundamentales de los que nadie te habla cuando vas a empezar a invertir.

Wakefield insiste en que el primer aspecto fundamental que tienes que considerar es tener una economía lo suficientemente sana como para no poner en riesgo tus finanzas ni tu inversión —bien porque la tengas que retirar antes de tiempo o pierdas más dinero del que dispones—.

«Esto significa, entre otras cosas, tener un fondo de emergencia para imprevistos, un presupuesto organizado, y la capacidad y el hábito de poder ahorrar todos los meses», explica la experta.

Si no sabes por dónde empezar, sigue este orden: presupuesto, hábito del ahorro y fondo de emergencia. Porque no puedes ahorrar si no sabes cuándo ingresas y gastas al mes, ni puedes construir un colchón de emergencias si no tienes capacidad de ahorro.

Una vez ya tienes esto controlado, el segundo gran fundamental para empezar a invertir es el perfil de riesgo del inversor, señala Wakefield.

«Es imprescindible conocer nuestro perfil de inversor entre conservador, arriesgado o moderado».

Para nota, has de tener también en cuenta que este perfil de riesgo puede ir cambiando a medida que controlas mejor tu situación financiera, cambian tus objetivos financieros o simplemente tienes más capital para invertir.

«También definir los objetivos es clave a la hora de elegir un vehículo. No es lo mismo invertir un dinero que necesitaré a corto plazo (uno o 2 años vista), o a medio, que representaría un horizonte temporal de 5 años en adelante. Aparte, debemos considerar qué cantidad de dinero vamos a destinar a la inversión que no necesitaremos para vivir», continúa la asesora.

Estos objetivos financieros son tus metas a alcanzar con el dinero que ahorras e inviertes. Pueden ir desde crear el fondo de emergencia, hasta duplicar tu fortuna. Pasando por comprar una casa, adelantar la jubilación o alcanzar la libertad financiera… Según cuál sea tu objetivo, necesitarás más o menos dinero, tiempo y riesgo.

«Por último y no menos importante, tener en cuenta la fiscalidad, debido a que la mayoría de vehículos de inversión están sujetos al pago de impuestos. Aunque también hay excepciones», recuerda Wakefield.

Es posiblemente el fundamental menos atractivo y para el que más ayuda necesites. Pero es clave cuando estás preparando la declaración del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Antes de pasar por la caja de Hacienda, deberías evaluar qué impacto va a tener el gravamen sobre tus inversiones y cómo puedes posponer este tipo impositivo lo máximo posible.

Si estás preparando el borrador de la renta, aquí tienes una guía para saber cómo afecta el impuesto a tus inversiones, que se pueden grabar de un 19% a un 28%.