Cuanto antes, mejor

Hoy escribo para ti, para vosotros. Que veis los 50 años lejos como los veía yo.

No te imaginas como se gasta lo escaso, y lo más escaso es tu tiempo.

Hace 10 años, o mejor, hace 15, debería haber hecho esto. Debería haberme dedicado a lo que realmente me gusta.

Pero no.

Me pasé años haciendo lo que se suponía que tenía que hacer. Y ahora lo miro y me doy una bofetada imaginaria. ¿Por qué demonios no empecé antes?

Si esto fuera una película, ahora mismo verías un montaje en cámara rápida de mí en oficinas grises, con reuniones interminables, jefes que no recuerdan mi nombre y hojas de Excel que me hicieron considerar seriamente una lobotomía voluntaria.

La vida es un reloj de arena, pero la mayoría vivimos como si fuera un saco de harina: soltamos granos sin darnos cuenta hasta que de repente… ¡pum! Ya no queda nada.

La excusa del «no es el momento»

Siempre pensamos que habrá un momento ideal. Cuando ahorre un poco más, cuando tenga más experiencia, cuando mis hijos sean mayores, cuando el mercado esté mejor, cuando Mercurio deje de estar retrógrado…

Y de pronto, te das cuenta de que llevas 15 años esperando el dichoso momento ideal.

El otro día leí que la gente se arrepiente más de lo que no hizo que de lo que hizo. ¿Y sabes qué? Es verdad.

Si estás esperando la señal, esta es la maldita señal.

¿Pero qué pasa si ya es tarde?

Aquí viene la magia: nunca es tarde, pero siempre es mejor empezar antes.

No importa si tienes 25, 40 o 57. Lo que importa es que no llegues a los 80 con la sensación de que tu vida fue una playlist en modo aleatorio de decisiones ajenas.

Yo perdí años. No me arrepiento, porque aprendí. Pero si pudiera volver atrás, me daría una patada en el culo y me diría:

  • Hazlo ya. No esperes a que todo sea perfecto. Lo perfecto es enemigo de lo hecho.
  • No necesitas el permiso de nadie. Ni de la sociedad, ni de tu familia, ni de LinkedIn.
  • El miedo no paga facturas. Pero hacer lo que te gusta, sí puede.

Ahí va topicazo:

El mejor momento para empezar fue ayer. El segundo mejor momento es hoy.

Si esto te incomoda un poco, perfecto. Es la señal de que tienes algo pendiente por hacer. Y si ya lo tienes claro, te digo algo: hazlo ahora, porque en 10 años podrías estar escribiendo este mismo post y diciendo lo mismo.

Dale. Muévete. No hay nada que perder.

Ah, y si crees que los consejos que comparto aquí sobre decisiones, inversiones, errores, aprendizajes, placeres, lujos, experiencias, valores, momentos, viajes, amistades, etc… no te afectan, espera a mirar por el espejo retrovisor de la vida.

Te ha tocado la lotería de la juventud, no la malgastes.

Sixto Arias