En los últimos años, el trabajo flexible es la nueva norma y en este contexto, la demanda de puestos de trabajo en centros de coworking no para de aumentar. Compartir oficina se ha convertido en un elemento clave para facilitar e impulsar la colaboración, la creatividad y el bienestar de las personas.
Tanto es así que no solo cada vez más usuarios optan por acudir a estos espacios para trabajar unas horas, unos días o toda su jornada laboral, sino que, además, el perfil de los profesionales que los utilizan ha evolucionado.
“En los primeros años, los miembros de la comunidad de coworking eran esencialmente autónomos, freelances y pequeños proyectos de emprendimiento y startups que nacían en el propio espacio”, apuntan desde Impact Hub Madrid. Sin embargo, confirman que en la actualidad y especialmente desde la pandemia, a estos perfiles se han sumado otros como las pymes, que suponen ya el 40% de la demanda de los espacios de coworking, combinando así el trabajo presencial con el teletrabajo de manera más eficiente y económica.
También señalan un aumento en la presencia de empresas que, por ejemplo, van a hacer un cambio de sede y utilizan el coworking como un lugar de tránsito, y por supuesto los nómadas digitales.
Espacios que se adaptan a las necesidades de cada usuario
El cambio vivido en cuanto al perfil de los coworkers ha derivado en otro y es la propia evolución de los espacios en sí para adaptarse a la nueva realidad de los usuarios.
Tener en cuenta este aspecto es importante a la hora de elegir dónde trabajar, porque no todos los coworking han hecho o han sabido hacer esta transformación. «Los desafíos en su gestión van más allá del espacio físico; también requieren un conocimiento profundo y holístico de las tendencias de mercado y de las expectativas y necesidades de los usuarios, porque hay quien un día necesita tener intimidad para trabajar y otro día elige conectar”, señalan desde Impact Hub Madrid.
En su caso, diseñan e implantan la mejor estrategia de Workplace que permite identificar las necesidades e implementar un modelo de gestión que optimice al máximo el uso del espacio, creando así el entorno ideal para cada proyecto y empresa. «Invertir en los empleados y en las comunidades es fundamental para la confianza y el éxito empresarial —afirman sus responsables—. Además, ofrecemos una oportunidad para la creación de un ecosistema más sostenible y de impacto».
Para ello, gestionan el espacio con el foco puesto en generar comunidades de valor. Lo hacen a través de distintos modelos de colaboración: desde el coworking con propósito a la comunidad de emprendimiento, pasando por la sede flexible o el hub de transformación territorial, con un modelo económico adaptable y aportando la expertise de Impact Hub, que no es poca. El primer espacio Impact Hub abrió en 2005 en Londres y hoy es la mayor red global de comunidades de emprendimiento, con una presencia en 55 países de todo el mundo a través de sus 100 espacios de coworking y eventos.
Tu oficina privada en distintos espacios y tamaños
En Madrid, Impact Hub tiene cinco espacios de coworking en el centro y norte de la capital, concretamente en los barrios de Las Letras, Chueca, Tribunal, Nuevos Ministerios y Prosperidad.
Todos cuentan con las ventajas de una oficina privada, con los servicios esenciales de un centro de trabajo y otros a la carta que merece la pena conocer:
• Servicios incluidos en la tarifa mensual. Host, wifi, domiciliación, salas de reuniones, seguridad, accesos comunes, atención a visitas, acceso 24/7, soporte técnico, entre otros.
• Servicios a la carta. Telefonía propia, alquiler de aparatos multiconferencia, acuerdos con parking en la zona, servicios de catering, agua y café para reuniones, envío de paquetería, traducción, mudanza, taquillas, y otros servicios personalizados que puedes consultar en el espacio.
• Movilidad. Si eres miembro de Impact Hub, puedes moverte sin preocupaciones y cuando lo necesites en los espacios que, además de en Madrid, tienen en Barcelona y Málaga.
Con estos servicios, no es de extrañar que sus cifras sean de impacto. Solo en Madrid cuentan con: 382 puestos fijos y flexibles, 817 puestos en despachos y 42 salas de reuniones y eventos en sus cinco espacios, cuya ocupación al final del año del 80% gracias a sus 1.860 miembros. Unirse a ellos es formar parte de una comunidad de profesionales amplia y de muy diversos sectores, otro pilar fundamental de la actividad de Impact Hub Madrid.
Formar parte de una comunidad ayuda a multiplicar el impacto
Los emprendedores y freelances, los autónomos y equipos de empresas y organizaciones, así como los miembros de fundaciones que desempeñan su actividad en un espacio de trabajo compartido también buscan trabajar de manera colaborativa, formarse y crear sinergias.
Para satisfacer estas inquietudes, Impact Hub Madrid genera dinámicas y espacios que fomentan la colaboración activa, uno de los aspectos más distintivos y valorados por sus usuarios.
Así, durante el año, desarrollan actividades que promueven el bienestar de la comunidad, como yoga, apoyo psicológico, masajes gratis o la Desaceleradora, una innovadora formación en grupo sobre meditación y consciencia.
Los encuentros recurrentes organizados desde el área de Comunidad se han consolidado. Entre ellos hay desayunos, afterworks y talleres, todos presenciales y también muy bien valorados por los miembros.
El Clúster de Sostenibilidad, que agrupa a 90 miembros de la comunidad que quieren profundizar en esta temática, es muy activo, con reuniones mensuales. Además, gracias a un acuerdo con EY, sus miembros reciben formación y mentorías por parte de profesionales de esta organización expertos en sostenibilidad.
Desde 2022, la plataforma Hub Conecta se ha convertido en el espacio de encuentro virtual de la comunidad, con 1.961 personas registradas y 493 eventos difundidos a lo largo del año.
Acceso a una red global que está cambiando la forma de hacer negocios
Formar parte de un coworking significa mucho más que disponer de un lugar de trabajo. También es rodearse de personas con las que compartir valores y tener acceso a herramientas, metodologías y habilidades que pueden generar un impacto positivo tanto en el ámbito económico como en el medioambiental y social.
En este sentido, los miembros de la comunidad Impact Hub Madrid forman parte de esa generación de emprendedores que está cambiando la forma de hacer negocios. Buscan ese triple impacto y apuestan por trabajar en un ecosistema donde la sostenibilidad y el compromiso social son una parte tangible de la vida cotidiana y no un simple acto de greenwashing que acompañe al impulso de sus proyectos.
Como no podía ser de otro modo, los propios entornos de trabajo están alineados y comprometidos con los ODS, hasta el punto de ser el primer coworking en España con certificado B Corp y sello Cero CO2.
Entre las medidas medioambientales que aplican están, por ejemplo, que el consumo eléctrico proviene de energía 100% renovable, cuentan con puntos de reciclaje y de separación de residuos, así como sistemas de reducción de caudal de agua. Además, todos los espacios son de fácil acceso en transporte público, caminando o en bici y si celebras una reunión o un evento en ellos, te ayudan a organizarlo de forma sostenible, porque trabajan con proveedores que practican la sostenibilidad.