Te quiero contar algo que, aunque parece simple, lo ha cambiado todo para mí:
La gratitud.
Y no, no me refiero a decir gracias por compromiso, o a enumerar bendiciones como ejercicio mecánico.
Me refiero a sentirla de verdad. A practicarla. A usarla como lo que realmente es: Una herramienta poderosa de transformación.
Este año me propuse agradecer de forma más conscientemente.
No solo cuando todo sale bien, sino también cuando estoy aprendiendo, ajustando, creciendo en silencio.
Y entre tantas cosas por agradecer, tú estás ahí.
Porque en medio del ruido digital, que alguien decida abrir un correo, leerlo completo, quedarse hasta el final… es un acto de confianza.
Y por eso hoy, antes que nada: gracias.
Gracias por estar. Gracias por leerme. Gracias por dejarme ser tu mentora.
Y como quiero que este agradecimiento se sienta real, te preparé un regalo que también es una tarea poderosa para este fin de semana.
Estos dias vimos lo potente que es reflexionar con ayuda de la inteligencia artificial. Y como les encantó, hoy te traigo un nuevo ejercicio que puede marcar un antes y un después.
Esto lo comparto en mi curso Toma Decisiones con IA, donde trabajo con empresas para enseñar algo esencial:
La IA no tiene empatía.
No puede sentir.
No entiende de emociones humanas.
Por eso, necesita de ti.
De tu experiencia. Tu intuición. Tu parte humana.
Porque: Inteligencia humana + IA = inteligencia aumentada.
Y si queremos tomar mejores decisiones —en lo personal, lo familiar, lo profesional— necesitamos algo más que datos y algoritmos:
Necesitamos principios.
Por eso, aquí va el ejercicio:
Pídele a ChatGPT (si tienes activada la memoria):
“Basado en nuestras conversaciones guardadas, ¿puedes extraer los 10 principios éticos que podrían formar mi código personal y profesional de toma de decisiones?”
Lo que salga de ahí te va a sorprender.
Porque vas a ver cómo tus propias palabras, ideas y experiencias pueden convertirse en una brújula para tu día a día.
Este no es un simple prompt. Es una invitación a crear tu propia constitución. Flexible, sí. Pero firme en esencia.
Y sobre todo… humana.
Decidir con IA no se trata solo de eficiencia. Se trata de conciencia.
Tu mentora,
Fundadora del Grupo Convierte Más
Speaker | Autora | Inversora